Ciertamente la basura de la desinformación es cada vez más preocupante, y se usa con demasiada ligereza para condicionar la opinión pública. Es por ello por lo que posiblemente entre en los problemas a atajar por parte de muchos gobiernos.
Pero hacerlo a golpe de decreto pone en un brete al que legisla, ya que puede atentar la libertad de expresión, al más puro estilo de la censura de épocas pasadas.
La solución, quizá no sea legislar para censurar, sino educar para saber discernir y analizar para detectar la mentira.
No quiero ni pretendo cuestionar el sistema educativo. Nada es perfecto, pero tampoco es tan desastroso, siempre mejorable. El problema es ¿Quien le pone el cascabel al gato?
Porque cada uno tiene su idea de como tiene que ser, e igualmente seguirá siendo imperfecto.
En fin, no me gusta que se pretenda coartar la libertad de expresión, y menos a golpe de decreto, aunque quizá sí haya que poner algún coto mientras la opinión pública sea vulnerable.
Un tema muy delicado y a la vez peligroso, que no se puede tratar a la ligera, algo que demasiados han saltado a hacer, como suele pasar, a golpe de titular o por simple fanatismo u odio.
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