domingo, 15 de marzo de 2020

Estado de emergencia, COVID-19 y responsabilidad



Ante la emergente y difícil decisión del gobierno de cerrar prácticamente el país para luchar contra el coronavirus, #YoMeQuedoEnCasa

No dudo en ningún momento que el gobierno de España se ha rodeado de destacados expertos y ha estado en contacto con los organismos nacionales e internacionales necesarios. Que desde el minuto cero ha estado pendiente del progreso de la infección, y que ha seguido las recomendaciones de expertos y organismos implicados en cada momento. Todo ello con la complejidad de encajar cada decisión dentro de las libertades que implican vivir en una democracia moderna.

Por eso, hay que ponerse en la piel de un presidente, que en un estado como el español, decide cerrar prácticamente un país de mas de 40 millones de habitantes.

Mucho 'listillo' se dedica a dar lecciones de lo que debería o tendrá que hacer el gobierno. Pero esos 'listillos' lo hacen sin tener que decidir sobre todo un país, sin ningún tipo de responsabilidad efectiva.

Es igualmente despreciable que los representantes políticos, de todo tipo de ideología, el primer discurso sea partidista, echando mierda sobre las decisiones tomadas, aunque luego, quizá por vergüenza, acaten los dictado por el gobierno. Es asqueroso que se intente buscar réditos políticos en esta situación, cuando el enemigo no discrimina a nadie, todos son potenciales victimas, y solo por eso no debería haber ni una fisura en la defensa contra el virus, en vez de dedicarse a hacer partidismo, a especular con sospechas o acusaciones, la obligación de los representantes de los ciudadanos es aportar soluciones, no poner zancadillas.

También es despreciable todos esos que inundan las redes y los medios, de artículos igualmente partidistas, que solo provocan el enfrentamiento e incluso pueden incitar a saltarse el estado de emergencia.
Lo de las fake news ya no tiene nombre, la estupidez no se cura ni con un estado de emergencia.

Para algunos eso del patriotismo solo es echar mierda contra el contrario, lo de buscar el bien común, es secundario, aunque ese bien común, como es el caso, se trate de la propia salud, e incluso la misma vida, de sus compatriotas.

Y por supuesto es deleznable la actitud de tantos que se han tomado este estado de emergencia como unas vacaciones.

El odio que hemos vivido hasta ahora, por ideología u otros aspectos sociales, no puede usar la amenaza de virus como caldo de cultivo para seguir sembrando aún mas diferencias. Incluso una vez pasada esta crisis, seria una irresponsabilidad y bajeza, acudir a esta pandemia para buscar cualquier rédito o ventaja.

Todos estamos en el mismo barco, a nivel mundial, nadie está a salvo, y solo la unidad, sin ideología ni fronteras, servirá para salvar muchas vidas y salir adelante.
Solo espero, que los próximos días, con las novedades que seguramente surjan, los representantes de los ciudadanos empiecen a remar juntos, y que la sociedad en general tome conciencia real de lo que tenemos encima.

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