miércoles, 19 de abril de 2017

Del leonesismo imposible al increíble.

Tras estos días de pasión, también de vacaciones para muchos​, de relax, alejados lejos de la monotonía diaria, da tiempo a ordenar ideas y reflexionar sobre otras.


Una de los más extraños fenómenos que se vive diariamente, y que muchos vivimos inmersos en ello, en las tierras leonesas, se llama leonesismo. Y digo extraño por todo lo que sigue según lo vivido, desde hace años, que nada tiene que ver con algo normal dentro de cualquier movimiento.

Así lo define la RAE:
leonesismo
1. m. Palabra o uso lingüístico propios de los leoneses.
2. m. Amor o apego a lo leonés.

Respecto a la primera definición, la voy a dejar aparte, siendo la segunda acepción la que seguramente mueve a la mayoría de los leoneses a trabajar por mejorar nuestra tierra. Nótese que he dicho mayoría, no generalizo y digo todos, porque considero que generalizar e incluir a todos en el mismo barco siempre, y en todos los casos, es un error. Pero, aún a pesar de ello, poca gente no quiere el bien para la tierra que le vio nacer o crecer, aunque a veces parezca lo contrario.

A esas dos acepciones quizá se podría añadir otra, en la que se incluyese a los movimientos, asociaciones, partidos, personas, etc... que de una forma u otra se implican, analizan, debaten o simplemente hablan del estado pasado, presente y futuro, de las tierras leonesas. Eso que se viene llamando leonesismo social o político, que alguien también se bautizan como movimientos leonesistas, o tantos otros nombres, de los que hasta su propia denominación es parte de estas reflexiones.

Como todos y cada uno, hubo un momento en el que nos interesamos y entramos en esa vorágine del leonesismo activo. Y el que escribe, lo hizo preocupado de la gran división que había dentro de este mundillo, buscando, iluso de mí, una unidad o acercamiento que pudiera servir para ganar fuerza.
Ya han pasado muchos años de ello, y lejos de llegar a entendimientos, lo que hay son excesivos personalismos que llegan hasta puntos tan insospechados, que a veces llega a ser casi imposible entender el leonesismo en ninguna de sus acepciones.

Los puntos son tan distantes, que hasta la propia historia leonesa, según quien la cuente, según quien la interprete, tiene matices tan contradictorios, que es imposible tener un discurso común y coherente para enlazar esas versiones. Y todo esto pudiera partir de distintas fuentes de documentación, pero por desgracia, como suele suceder en la propia interpretación de la misma historia, el resultado actual es más de egos, de personalismos y de frentismos, que de arduas investigaciones, por mucho que algunos lo intenten negar. Se trata en todo momento de adaptar la historia a los intereses personales y personalistas de cada autor. Incluso con publicaciones en medios, libros a la venta, que tarde o temprano tienen su espacio, también su ejemplar en las librerías para contradecir o "corregir" al anterior.

Y cuando digo la historia, me refiero también a la cultura, tradiciones, patrimonio, hasta símbolos o incluso toponimia. Todo tan ambiguo, tan interpretable, como cada uno quiera, porque ya es conocido que el pasado es tan moldeable como el interés de cada uno lo permita. Llegando a preguntase quien dice la verdad​, quien miente, quien busca un sentido, quien trata de construir y quien destruir. Sea como sea, parece que tanto escritores, disertantes y demás personal que opina sobre el tema son, o por lo menos creen ellos mismos ser, expertos conocedores del tema, auténticos licenciados que tienen claro el suelo que pisan, lo incomprensible es que ante tanto "erudito" versado en la temática, haya por el contrario tantas versiones tan dispares.

Y con estos egos, engordados día a día, sin posibilidad cercana, y difícilmente lejana, de acercamiento, cualquier debate es infructuoso, sino directamente esquivado, porque antes esta el yo conmigo mismo. Algunos directamente llegan hasta al insulto en cuanto cuestionas una simple coma, dejo en manos del lector la opinión que cada uno tenga sobre estos personajes, pero para el que escribe, el insulto es la viva imagen de la frustración de quien no tiene respuesta lógica ante las posibles dudas, preguntas o debate.

Se podría pensar que en muchos casos es fruto de las diferencias ideológicas, en muchos casos llegadas a estar enmarcadas en los fanatismos, que también las hay dentro del mundillo leonesistas, o incluso encuadrarse en corrientes populistas (en ningún caso tomando populismo como una acepción negativa) fruto de los cambios sociales sufridos en los últimos años, que también las hay. Pero lejos de todo eso, el resultado es que el frentismo, el odio y los personalismos,  son los que se "unen" dentro del leonesismo.
Cualquiera que lo vea desde fuera se sorprende como tras estos grandes distanciamientos aún existe un movimiento leonesistas.  Más cuando de ese movimiento surgen todo tipo de personajes que por una u otra razón acaban en las garras de los supuestos, o quizá no tan supuestos enemigos del leonesismo. O cuando dentro del propio leonesismo se enfrentan las ideas más básicas, solo con tal de llevar la contraria a quien, por h o por b, ya tenido un encontronazo en el pasado, y ese rencor acaba pagándolo hasta con la contrariedad en la ideas.

Todo es tan confuso, que cualquier proyecto, de cualquier colectivo, acaba siendo criticado, raramente de forma constructiva, y parece estar obligado a que todo el leonesismo de su visto bueno, o más aún, que aquel que no cuente con su presencia es directamente rechazo por ser considerado una traición al leonesismo, porque de una forma u otra, aquí cada uno se considera el único y verdadero leonesista, y el resto son sucedáneos. Pero también lo contrario, porque casi es exigencia apoyar ciertos eventos, no vaya a ser que alguno quede señalado por no hacerlo. Un quiero y no puedo, un contigo pero sin ti.

Eso sin hablar de el enfrentamiento de generaciones. Los nuevos acusan a los viejos de estar anclados en medidas fracasadas, despreciando mayormente los logros logrados durante estos años. Y los viejos recelando de las nuevas medidas, en muchos casos por haber sido ya valoradas y descartadas en su momento, es decir, que no son medidas tan nuevas, y en otras porque simplemente todas las ideas ya están sobre la mesa y lo único que se trae de nuevo son ideas recicladas, ya sean de las añejas, o de otras exportadas de otros movimientos.

Vamos, algo tan surrealista y sin sentido, que es incomprensible como la palabra leonesismo no tiene una cuarta acepción con significado cercano al esoterismo, la ciencia ficción o la magia negra.

¿A que lleva todo es esto? Pues a muchas dudas, ya no a tantas preguntas, porque por desgracia las respuestas ya se han estado resolviendo durante estos años, a mucha desafección, a más preocupación por una lado, aunque desinterés por el otro, y por desgracia casi a contagiarse de ese rencor que inunda este mundillo.

¿Al abandono? NO, por supuesto que no. Porque la segunda acepción de la RAE quizá siga siendo ese pegamento extraño, incomprensible, que a muchos nos sigue uniendo a este rara avis, que nadie entiende como sigue volando.

Cada uno que piense lo que quiera, hace tiempo que me da igual. Incluso me da igual que algunos se enfaden con este artículo, sea por la razón que sea, es mi visión particular de la situación actual, y si a alguien no le guste, que se rasque. No será la primera ni la última.

Incluso habrá muchos que no se se vean reflejados entre estas líneas, aseguro que hay muchos más de los que quisiera, y no lo digo con desprecio hacia nadie, sino como algo constructivo que debiera hacer pensar a muchos; aunque, como ya he comentado, no espero ningún movimiento ni cambio, esa esperanza ya está perdida en el pasado.

¿Hay alguna solución? Tristemente se va alejando día a día, porque los personalismos y frentismos se agravan según pasa el tiempo. Se podría esperar que sangre nueva pudiera ser un relevo calmado y alejado de esas diferencias, pero resulta que cuando se acercan a este mundillo lo hacen de la mano de quienes ya han puesto sus barreras para evitar que haya acercamientos.

Y aún así, todo sigue adelante, el leonesismo imposible, sigue siendo el leonesismo increíble.
¿Hasta cuando? ¿Como? Imposible saberlo a tenor del día a día actual. Solo el tiempo dará las respuestas a estas últimas preguntas.

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