jueves, 23 de febrero de 2012

¿Como se puede ser tan caradura?

El presidente de la CEOE llega a tal punto que su caradura no la oculta.
Mientras culpa a los parados de aprovecharse del subsidio de desempleo se atreve a pedir que se perdonen las deudas de las empresas.
Para este personaje, los parados, trabajadores o cualquier otro ciudadano que no esté al mando de una empresa, son parásitos que contaminan la economía española y tienen que ser castigados y explotados sin ningún tipo de derecho.
Y, al contrario, los empresarios, esa casta que en muchos casos cotizan en paraisos fiscales o se aprovechan de subvenciones, son los únicos que merecen ser salvados de los recortes y las crisis.

¿Como un personaje como este puede seguir presidiendo ningún tipo de organización cuando se dedica a insultar, menospreciar e incluso criminalizar a los ciudadanos?
Aunque visto lo visto, que el gobierno está dando carta blanca a esta ralea de dictadorzuelos, que solo buscan rellenar sus bolsillos con billetes de 500€, que nada les importa la economía de España, solo la suya propia. Y si solo les interesa su propia economía, no es de recibo pretender que se les perdone ni un solo céntimo. Céntimos que deben en su mayoría por una mala gestión, por una avaricia sin límites que no han sabido gestionar y ahora buscan culpables para pagar sus faltas.
Culpables que siempre buscan en los sectores más débiles a sabiendas que el poder de respuesta es casi nulo y la indefensión por falta de conocimientos o medios no les puede hacer ningún daño

Quizá haya algunos, una minoría en cualquier caso, que se aprovechen del sistema de desempleo, pero de eso a acusar a todos los parados, o a la mayoría, no es más que un insulto y desprecio que merece, además de una rectificación inmediata, una dimisión.
¿Acaso este personaje que la gente quiere estar en paro? ¿Como justifica que miles de parados que han finalizado su prestación, ahora no tienen ningún tipo de ingreso?

Han conseguido que despedir a un trabajador sea casi gratuito, y ahora pretenden que además de despedido y en paro, sea además un criminal por aprovecharse de un subsidio que los que cotizamos y contribuimos con nuestros impuestos pagamos religiosamente.
Llega a tanto la caradura de este personaje, que después de criminalizar a los parados, se atreve a decir que el despido improcedente debería de desaparecer porque los empresarios siempre están dentro de la ley y los despidos siempre son legales. Curiosamente la mayoría de los despidos en estos años han sido considerados como improcedentes ¿por algo será?

Pero a pesar de estas barbaridades, tienen el mejor aliado que nunca han podido tener, un gobierno que apoya y justifica cada exigencia de la patronal aunque para ello tengan que seguir destruyendo España y los derechos de cada ciudadano.

La CEOE, con la complicidad del PP y sus socios, se ven fuertes y creen que pueden campar a sus anchas a lo ancho y largo de España, pero todo tiene un límite y cada vez está apretando más unas tuercas que están a punto de romper. Bajo la excusa de que esto no es Grecia, creen que aquí aguantamos todo lo que nos echen. Y ciertamente esto no es Grecia, pero se puede convertir en algo peor si siguen por ese camino en el que solo buscan fomentar la esclavitud, nunca el trabajo.

El llïonés nun ye culpable



(LLI)
Va poucu, nun articulu nel diariu Público, falaban de rescatadores de pallabras. Pallabras que tandu en pelligru d'estición tienen de sere rescatadas cumu si fueran rehenes de cruentas gerras.

Y lu ciertu ye que nun hai mueita distancia del estau d'algunas llinguas cul d'esos rehenes presos en xaulas sixiladas pur soldaos profesionales que fonun "educaos" pa odiar a los desemeyaos.

Una prisión que'l llïonés, cumu llingua en pelligru, sufre dende va decadas, cuna custodia d'unos soldaos que se facen chamare castiellanos (ou hespañoles). Unos soldaos que tachan de castiellan mal falau, de llingua medieval y esfasada, ou outros calificatíus que ye miyor nun dicire pur nun ferire’l sentimientu de tantos llïoneses que falan ou quieren deprendere y falare una llingua que fou de reis.

Una prisión de la que naide nun quixera sere rescatau, sinon que getare l'indultu purque denguna culpa nin delitu cometiera, que llucha pur sobrevivire ca vuelta en piores condiciones purque los llexisladores miran pa outru llau cuandu atopan dalgún resquiciu llegal que pueda salvare la llingua llïonesa.

(ES)
Hace poco, un artículo en el diario Publico hablaba de rescatadores de palabras. Palabras que estando en peligro de extinción tienen que ser rescatadas como si fuesen rehenes de cruentas guerras.

Y lo cierto es que no hay mucha distancia del estado de algunas lenguas con el de esos rehenes presos en jaulas custodiadas por soldados profesionales que han sido "educados" para odiar a los diferentes.

Una prisión que el leonés, como lengua en peligro, sufre desde hace décadas, con la custodia de unos soldados que se hacen llamar castellanos (o españoles). Unos soldados que tachan de castellano mal hablado, de lengua medieval y desfasada u otros calificativos que es mejor no decir por no herir el sentimiento de tantos leoneses que hablan o quieren hablar esa lengua que fue de reyes.

Una prisión de la que nadie quisiera necesitar rescatadores, sino que busca el indulto porque ninguna culpa ni delito ha cometido, que lucha por sobrevivir cada vez en peores condiciones porque los legisladores miran hacia otro lado cuando se encuentran algún resquicio legal que pueda salvar la lengua leonesa.

jueves, 9 de febrero de 2012

España está de luto, la justicia ha muerto

Corruptos absueltos, los que investigan la corrupción condenados.


España está de luto, la justicia a muerto, o más bien, a sido asesinada.


El primer condenado por la trama de corrupción Gürtel, no es ninguno de los implicados en dicha trama, es el juez que los investigó ¿Donde está la justicia? ¿Cuando el mundo se ha vuelto al revés?


España está de luto, la justicia a muerto.
Los años negros vuelven a sembrar su semilla en España, la dictadura sigue alargando su mano, ya ha terminado con la justicia ¿cuanto le queda a la democracia?