Tras las consulta en Cataluña, la UPL a lanzado la idea de realizar un referéndum similar en la región leonesa.
Algunos lo tachan de ocurrencia oportunista, otros dicen que seria un total fracaso, aunque también los hay que pronostican una amplia victoria para los que rechazan el actual estatus autonómico.
Los que lo tachan de una ocurrencia oportunista, e incluso de ilegal, suelen ser parte de la derecha que tiene miedo a cualquier repunte del leonesismo. Aunque también hay gente de esos circulos que consideran que seria un fracaso total.
Otros mas cautos, piensan que la región leonesa necesita otras cosas antes que este tipo de consultas. A estos quizá haya que recordarles que esas cosas que necesita la región leonesa no vienen precisamente porque son desviadas hacia otras zonas de la actual comunidad autónoma, y que tras mas de un cuarto de siglo todas las peticiones leonesas siguen siendo bloqueadas. Solo hace falta ver los últimos presupuestos presentados y como las provincias leonesas siguen recibiendo migajas.
Aunque entiendo muy bien a estos cautos, ya que si la consulta resulta ser un fracaso tendríamos que sufrir aún con mas dureza las discriminaciones a las que nos ha acostumbrado el centralismo de la Junta.
Entre los que consideran que seria un a victoria hay dos bandos. El primero por supuesto es el del leonesismo convencido que tiene claro que la falta de sentimiento autonómico puede servir para que esa victoria sea aplastante. El segundo, y mas interesante, es el de los autonomistas "castellanoleoneses" que ven un peligro en este tipo de consultas para la actual "estabilidad" de esta autonomía. Un peligro que ya han constatado varias veces al intentar reafirmar el sentimiento "castellanoleones" y que solo consigue fracasos y gastos inútiles.
El miedo de las consultas populares es algo que se ha visto reflejado últimamente ante la negativa a que el pueblo opine sobre la reforma del estatuto de autonomía, una reforma que en otras autonomías si ha sido sometida a votación popular, pero que aquí, a pesar de que a sido solicitada por parte de la sociedad leonesa y castellana, se ha negado rotundamente. Y un gobierno con miedo es un gobierno poco de fiar.
Desde mi humilde opinión considero que la consulta podría ser un éxito si la pregunta se plantee bien, sin que deje lugar a dudas o malas interpretaciones, y se organice de forma ordenada, sin prisas y sin trabas legales que pueda incitar a algunos a boicotear otra vez mas la voluntad de los leoneses.
Algunos lo tachan de ocurrencia oportunista, otros dicen que seria un total fracaso, aunque también los hay que pronostican una amplia victoria para los que rechazan el actual estatus autonómico.
Los que lo tachan de una ocurrencia oportunista, e incluso de ilegal, suelen ser parte de la derecha que tiene miedo a cualquier repunte del leonesismo. Aunque también hay gente de esos circulos que consideran que seria un fracaso total.
Otros mas cautos, piensan que la región leonesa necesita otras cosas antes que este tipo de consultas. A estos quizá haya que recordarles que esas cosas que necesita la región leonesa no vienen precisamente porque son desviadas hacia otras zonas de la actual comunidad autónoma, y que tras mas de un cuarto de siglo todas las peticiones leonesas siguen siendo bloqueadas. Solo hace falta ver los últimos presupuestos presentados y como las provincias leonesas siguen recibiendo migajas.
Aunque entiendo muy bien a estos cautos, ya que si la consulta resulta ser un fracaso tendríamos que sufrir aún con mas dureza las discriminaciones a las que nos ha acostumbrado el centralismo de la Junta.
Entre los que consideran que seria un a victoria hay dos bandos. El primero por supuesto es el del leonesismo convencido que tiene claro que la falta de sentimiento autonómico puede servir para que esa victoria sea aplastante. El segundo, y mas interesante, es el de los autonomistas "castellanoleoneses" que ven un peligro en este tipo de consultas para la actual "estabilidad" de esta autonomía. Un peligro que ya han constatado varias veces al intentar reafirmar el sentimiento "castellanoleones" y que solo consigue fracasos y gastos inútiles.
El miedo de las consultas populares es algo que se ha visto reflejado últimamente ante la negativa a que el pueblo opine sobre la reforma del estatuto de autonomía, una reforma que en otras autonomías si ha sido sometida a votación popular, pero que aquí, a pesar de que a sido solicitada por parte de la sociedad leonesa y castellana, se ha negado rotundamente. Y un gobierno con miedo es un gobierno poco de fiar.
Desde mi humilde opinión considero que la consulta podría ser un éxito si la pregunta se plantee bien, sin que deje lugar a dudas o malas interpretaciones, y se organice de forma ordenada, sin prisas y sin trabas legales que pueda incitar a algunos a boicotear otra vez mas la voluntad de los leoneses.
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