miércoles, 23 de septiembre de 2009

¿Es posible un partido nacionalista leonés?

Después de mas de un cuarto de siglo bajo el yugo de la Junta castellana y con partidos regionalistas que no llegan a conseguir una representación suficiente para que el leonesismo tenga una voz fuerte y se oiga por encima de las demás ¿es la hora de apostar por el nacionalismo?

Todos vemos a diario como nacionalistas de otras regiones de España defienden sus regiones, pero aún mas, consiguen ser oídos y además que se les oigan. Y como consecuencia de ello reciben en su justa medida lo que piden.

¿No es hora ya de que los leoneses nos plantemos y exijamos con fuerza todo aquello que nos llevan quitando desde hace tantos años?
¿No es hora de abandonar suaves regionalismos y pensar en León como país y exigir lo que nos pertenece?
Si que ello signifique seguir los ideales de otros partidos nacionalistas, ya que los leoneses tenemos nuestros propias necesidades muy distintas a otras regiones ¿no es hora de que surja un partidos nacionalista que empiece a mostrar un leonesismo duro y sin contemplaciones que no se amilane ante los poderosos que se ríen continuamente de los actuales partidos leonesistas?

Algunos dirán, eso del nacionalismo es ir en contra de España. Ni mucho menos, mas bien es ir a favor de la España actual, plurinacional y pluricultural. Es decir, reconocer las multiples identidades de la nación española sin que ninguna prime sobre otra y acabar así con la continua tentanción castellana de acaparar la españolidad de todo.

Asi que hay que da la pregunta ¿Es posible un partido nacionalista leonés?

4 comentarios:

OestePURPURA dijo...

¿Si te insulto a la cara lo dejarías pasar?

¿Y si te insulto en público no responderías?

¿Y si te insulto repetidamente, en público y con ovaciones?



Pues reacciona, porque te están llamando INÚTIL en Valladolid por defender tu identidad, y para colmo, lo PAGAN CON TU DINERO.

http://www.abc.es/20090920/castilla-leon-castilla-leon/primer-seminario-banco-pensadores-20090920.html

Coronel Kurtz dijo...

El Reino de León es una nación y sí podría darse un partido nacinalista leonés. Pero habría que tener en cuenta dos cosas. 1º. El País Leonés siempre ha luchado orgullosamente por otra nación más grande en la que está integrado, que es España. El nacionalismo leonés debería - a la manera de lo que ocurre en Navarra- demostrar claramente que también es español. Y 2º. Gran parte de la población de la Región Leonesa es muy conservadora y el adjetivo nacionalista les echaría para atrás (aunque de hecho, el P.P. se comporte como un partido nacionalista castellano y no pase nada, pero no lleva ese adjetivo en el nombre).
Creo que la evolución de UPL va por ese camino aunque no se defina así.

El barquero leonés dijo...

Yo creo que lo primero es que no se venga abajo, la cada vez más débil estructura política del leonesismo actual. Embarcarse en proyectos de más calado, sin tener una buena base,yo creo que resultaría un fracaso. La gente de León tiene complejo de sentirse regionalista, cuanto más si les dices que voten nacionalismo, con las conotaciones peyorativas que eso ha tenido desde siempre, sobre todo con el tema del terrorismo. La creación de un débil partido nacionalista, sería aprovechado por los PPSOEIU, para desmantelar el leonesismo, y aprovechando el aborregamiento masivo que hay en nuestra sociedad, llevarlo a la marginalidad más absoluta, equiparándolo a Batasuna o a partidos de ese corte. Naciolalismo pacífico sí, pero ahora creo que no es su momento.

elialalric dijo...

El País Leonés como parte imprescindible de la fundación de España, algo que muchos olvidan y se lo atribyen a Castilla, no se ha de olvidar de ello.
Pero aparte de eso, por muy conservadora que sean mayoritariamente los leoneses, reconocen que León tiene su identidad, de tal forma que una gran parte se declaran leoneses antes que Españoles, y por supuesto rechazan ser eso que algunos llaman "castellanoleoneses".

Respecto a la UPL, mucho tiene que cambiar para que se convierta en un partido nacionalista. Aún siguen manteniendo ese regionalismo suave que no nos lleva a ninguna parte.