Por fin ha llegado la crisis a las promotoras e inmobiliarias y todo el mundo se alarma.
Pero ¿que esperaban? ¿Como se puede seguir con el ladrillo tantos años cuando hay mas viviendas que gente para ocuparlas?
Tras muchos años manteniendo la construcción a base de especuladores ahora llega el miedo. Por desgracia, los especuladores se han forrado y pueden desviar el dinero hacia otro sitio, pero los trabajadores se van a la calle por su culpa.
Muchos dicen que el gobierno tiene que intervenir para salvar a esas promotoras. Una intervención que se haría con el dinero de los contribuyentes para salvar a cuatro empresarios que se han aprovechado de una situación económica que solo les beneficiaba a ellos mientras el precio de la vivienda se ponía a niveles prohibitivos para los ciudadanos.
Legalmente el gobierno no puede intervenir en las empresas privadas, es algo que hay que recordar para que nadie se extrañe de lo que pueda pasar.
Lo que tiene que hacer el gobierno es buscar alternativas para salvar los puestos de trabajo destruidos por la especulación. Una economía no puede basarse solo en la construcción, como ha estado pasando hasta ahora, necesita tener un equilibrio para no llegar al punto en el que estamos ahora. Pero la famosa herencia del PP, que no es la bonanza económica sino la especulación del ladrillo, nos ha llevado a esta situación insostenible que pagan los ciudadanos de a pié, no los empresarios de al o cual promotora.
Pero ¿que esperaban? ¿Como se puede seguir con el ladrillo tantos años cuando hay mas viviendas que gente para ocuparlas?
Tras muchos años manteniendo la construcción a base de especuladores ahora llega el miedo. Por desgracia, los especuladores se han forrado y pueden desviar el dinero hacia otro sitio, pero los trabajadores se van a la calle por su culpa.
Muchos dicen que el gobierno tiene que intervenir para salvar a esas promotoras. Una intervención que se haría con el dinero de los contribuyentes para salvar a cuatro empresarios que se han aprovechado de una situación económica que solo les beneficiaba a ellos mientras el precio de la vivienda se ponía a niveles prohibitivos para los ciudadanos.
Legalmente el gobierno no puede intervenir en las empresas privadas, es algo que hay que recordar para que nadie se extrañe de lo que pueda pasar.
Lo que tiene que hacer el gobierno es buscar alternativas para salvar los puestos de trabajo destruidos por la especulación. Una economía no puede basarse solo en la construcción, como ha estado pasando hasta ahora, necesita tener un equilibrio para no llegar al punto en el que estamos ahora. Pero la famosa herencia del PP, que no es la bonanza económica sino la especulación del ladrillo, nos ha llevado a esta situación insostenible que pagan los ciudadanos de a pié, no los empresarios de al o cual promotora.
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