sábado, 27 de junio de 2020

De “nueva normalidad” a “rebrotes”

La semana pasada la “nueva normalidad” copaba los titulares de todo tipo, pero pasados los días, y por distintas circunstancias tenemos a los “rebrotes” como la palabra que se cuela en las noticias.
Científicos y expertos, a nivel nacional e internacional, ven estos rebrotes como algo que sucedería tarde o temprano, aunque siempre dependiendo de las medidas de prevención tendrán más o menos virulencia.
Así tenemos que algunos rebrotes han surgido por puntuales contagios dentro de las estrictas medidas tomadas, siendo graves, pero esperadas. Por desgracia la “nueva normalidad” que algunos se la han tomado a la ligera, ha provocado otros rebotes forzados por saltarse esas medidas de prevención. La irresponsabilidad sigue siendo la nota discordante que nos ha acompañado estos meses. Y no es cosa de aprender a golpe de contagios, sino a base de educación y respeto, aunque algunos se empeñen en faltar a ese respeto a todo lo que les rodea.

En cuanto a la política, tenemos las dos caras de la moneda.
La primera es la ya típica bronca durante la sesión de control al gobierno. Y a este asunto es necesario poner sus peros. La sesión de control, dura varias horas, pero los medios se empeñan en resumirla en unos pocos minutos donde solo muestran esos enfrentamientos que son la vergüenza nacional. Así tenemos que dos minutos de bronca los llevamos tomando como la imagen del Congreso, mientras el resto del tiempo simplemente ni se toma en cuenta.
Entonces ¿es esta la imagen que tenemos, o la que los medios quieren que tomemos? ¿qué pasaría si los medios informasen del resto de la sesión y dejasen de mostrar la bronca?
Si esos dos minutos de bronca desapareciesen de las noticias, seguramente el enfrentamiento social que ha surgido tras esa publicidad repugnante se relajaría y viviríamos más tranquilos, y seguramente con más confianza en la, por desgracia, mala imagen de la política.

Y como decía, tenemos las dos caras, y la segunda es la que muestra el acuerdo por regular esa nueva normalidad. Donde una amplia mayoría, en la que todos han cedido en alguno de sus puntos, como sucede en cualquier negociación, pero que al final han llegado a un gran acuerdo. A esto si se le puede ir llamando POLITICA de altura. Luego viene la publicidad que cada uno hace del acuerdo, por supuesto todos se cuelgan sus medallas, despreciando las del resto, vamos, lo que viene a ser eso llamado partidismo.

Por supuesto, también están los que niegan la mayor en cualquier caso, y los que no negocian por que está tal o cual, anteponiendo el frentismo al consenso.

A ver si la semana que viene tenemos nuevos titulares con alguna expresión más agradable.

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