miércoles, 20 de junio de 2012

Representantes ¿de quien?

Ayer quedó patente que el partido esta por encima de los intereses del pueblo cuando todos los diputados del PP acabaron votando contra el mantenimiento de las ayudas a las comarcas mineras, incluidos los que prometieron defender, aunque fuese contra su partido. Algo que ya se gestaba desde días anteriores con las presiones recibidas amenazando a los que se saltasen la disciplina de partido, aunque ello significase traicionar a sus paisanos.
Y así ha sucedido, primó el partido sobre los ciudadanos, y está tradición deja a las cuencas mineras al borde del abismo.
Ante esta traición ¿para que sirven unos diputados que salen elegidos de cada provincia sí al final lo que manda es la dirección del Partido?
Se supone que una democracia se basa en la libertad de voto,y con ello que sus representantes también tengan dicha libertad. Pero los últimos años han dejado claro que la supuesta democracia tiene como base la dictadura de las disciplinas de voto de los partidos. Una dictadura que elimina totalmente cualquier esperanza de representación de cualquier pequeña comarca.
Con todo esto queda claro que por mucho que digan que al acudir a las urnas lo hacemos para elegir a nuestros representantes, al final lo único que hacemos, salvo muy raras excepciones, es elegir a las marionetas que los partidos usarán para cumplir sus caprichos.
Y con estos mimbres ¿por qué seguimos confiando nuestro futuro a estas marionetas, que además pagamos con nuestro impuestos? Para esta dictadura de partido no hace falta tantos representantes, ya que al final todos son uno mismo sin opinión ni derecho a ello.

Es más, ante esta situación en la que el partido impone y no admite ninguna discrepancia ¿aún queda algún político de verdad y que quiera hacer política?
Cualquier político con algo de dignidad que ve en peligro el futuro de aquellos a los que representa, abandonaría de inmediato un partido que traiciona a sus paisanos, pero parece que a veces cuesta demasiado tomar una decisión digna y se sigue anteponiendo el partido a los ciudadanos.
Lo triste es que los ciudadanos, cada vez que se les llama a las urnas, también anteponen el partido a su futuro... Ya va siendo hora de pensar antes de votar, y apartar de la política a aquellos que solo son partido y nunca hacen más política que la que la dictadura del partido ordene.

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