viernes, 23 de septiembre de 2011

Dinero negro, la crisis de España

España tiene el dudoso honor de ser unos de los países en los que el llamado dinero negro corre de mano en mano con más fluidez. Este es un dato que es conocido por todos, pero nadie se atreve a atajarlo.
Defraudar a hacienda casi se ha convertido en deporte nacional, pero un deporte casi exclusivo para la élite, ya que los trabajadores que tiene que hacer la declaración, algunos ni siquiera tienen esa posibilidad por su reducido sueldo, están mas que atados por sus nóminas que impiden engañar en ninguna medida al Fisco.
Según algunos datos, la picaresca de las grandes fortunas y empresas dejan fuera de las arcas del estado mas de cuarenta mil millones de euros.

Otro sistema para engañar al estado usado generalmente por grandes empresas, aunque también algunos pequeños empresarios también recurren a él,es la "contratación" ilegal de trabajadores. Algo también demasiado habitual, por desgracia.
Lo normal sería que tras una inspección de trabajo tal anomalía se solucionase. La realidad es que, antes de que se presente el inspector, la empresa sea avisada de antemano, con lo que evita que los trabajadores "contratados" de forma irregular estén presentes cuando el inspector se persone en la empresa. Por supuesto ningún afectado se atreve a denunciar su irregularidad ante el peligro de perder el poco sueldo que cobra.

Ahora nos llegan algunos políticos que quieren sacar estos delitos a la luz y que los responsables sean castigados ¿Porque lo han permitido durante tanto tiempo? ¿A que vienen ahora los lloros por esos millones defraudados que tanta falta hacen a las arcas públicas?
Está claro que no es mas que electoralismo y van a seguir permitiendo que aquellos que menos necesitan defraudar al estado por su boyante posición lo sigan haciendo, todo a costa de los que no tenemos esa posibilidad o si nos arriesgamos somos pillados y multados de inmediato.

Incluso los hay que hablarán de persecución y acoso a las grandes fortunas si alguien se atreve a investigar lo mas mínimo, y saldrán como víctimas mientras ahogan al resto de los trabajadores que sufren sus excesos y sus delitos.
Eso si, mientras unos son "victimas de persecución", otros seguirán sufriendo una crisis alimentada por las estafas que han "obligado" a los recortes públicos por no destapar los robos que ahogan a las arcas del estado.
Mientras la crisis exigió el aumento del tiempo de cotización para poder cobrar una jubilación digna, las empresas siguen siendo avisadas cuando van a ser investigadas, no vaya a ser que les pillen con los esclavos que tienen trabajando sin cotizar.

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