viernes, 25 de febrero de 2011

Populismo

La palabra "populismo" en su acepción mas estricta significa la característica de seguir los designios del pueblo y velar por este.
Pero esa acepción de la palabra se ha deformado de tal forma que se le ha dado la vuelta completa.
Populismo actualmente se usa sobre todo para identificar a aquellos que dicen los que el pueblo quiere oír con el único objetivo de conseguir el poder a través de esos discursos. Vamos que ni velan por el pueblo ni siguen sus designios, simplemente se apropian de las debilidades y las aprovechan para su beneficio.

Y ese populismo se hace patente sobre todo en época de elecciones.

A unos les da por tocar la fibra sensible de la identidad, la cultura o las tradiciones, dándoselas ahora de los mas reivindicativos con ese tema mientras se olvidan de ellos, e incluso van en contra, el resto de la legislatura. Mueven ficha para sacar votos, pero luego se ponen a las ordenes de sus mayores en Madrid o en las cortes autonómicas.

Otros como usan métodos mas clásicos. Tan clásicos como mirar por el bolsillo de los ciudadanos prometiendo trabajo, bajadas de impuestos y demás milongas que luego se siguen traduciendo en sueldos mas altos para ellos y las mismas miserias para los de siempre.

Tampoco se libran los que se apropian de iniciativas populares como suyas para darse autobombo. Iniciativas que no han apoyado, ni siquiera han ayudado a su propaganda en ningún momento, pero que ahora usan para tocar la fibra sensible de aquellos que las defienden.

Populismo que se ve en la calle y que no es mas que una estrategia para mendigar votos, eso si, sin dar soluciones, ya que son solo palabras que al final se la llevará el viento, o mejor dicho, los escaños. Una vez tengan su puestín se volverá a la rutina de siempre. Los políticos negociarán sus sueldos, como ya es habitual legislatura tras legislatura, los ciudadanos seguirán con los mismos impuestos, e incluso mayores. Las causas a las que se apuntaron los oportunistas quedarán otra vez en manos de los ciudadanos anónimos. La identidad reclamada y el respeto a la cultura y las tradiciones volverán a ser la lucha diaria de los nostálgicos.

Populismo que convencerá a muchos, que muchos le darán propaganda, ya sea por usarlo contra unos u otros, ya sea por el descontento general o simplemente porque han sido engañados.

Por desgracia, ese populismo vende, o hacen que venda. Ya que a falta de ideas y programas políticos serios, solo queda tocar la fibra sensible a los ciudadanos con los problemas que les preocupan. Un arma que se apoya en medios de comunicación, redes sociales o discursos que nos venden a precio de oro, pero con contenido vacio.

¿Tan ciegos estamos los ciudadanos que nos creemos tantos engaños?
¿Tan bajo a caído la política para llegar a esta falta de escrúpulos?
¿Seguiremos los votantes dando nuestro respaldo a estos discursos "populistas" o empezaremos a exigir responsabilidades?
¿Seremos capaces de llevar nuestro voto hacia verdaderos políticos en vez de hacerlo para que mantengan el puestin los profesionales del "populismo"?

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